​5 spots publicitarios más recordados de los años 80's en Perú (VÍDEOS)
​5 spots publicitarios más recordados de los años 80's en Perú (VÍDEOS)

Existen spots publicitarios que al volverlos a ver, regresan a nosotros con gran nostalgia. La publicidad del pasado en el Perú, constaba de buenas ideas más que de equipos tecnológicos. 

Como se recuerda, en los años 80's el Perú afrontaba crisis social y económica, por tanto, era un poco más difícil convencer al público sobre la venta de algún producto. Sin embargo, esto no impedía en hacer guiones comerciales que hasta el día de hoy permanecen en la mente de muchos peruanos. Publicistas de la época, aseguraban que por este motivo tenían que recurrir a recursos efectivos, emocionales, simples, pero a la vez, de suma recordación para la gente. De aquí nace la idea de los jingles, los refranes, el fraseo emocional, según el portal Staff creativa.

La lista es larga, pero citamos cinco spot publicitarios que marcaron distintas etapas

1. Frunacatoinga (Frunas D’onofrio):

Un comercial irrepetible que ha superado la barrera del tiempo. Lanzado a mediados de 1988, la marca D’onorio superó sus propias expectativas con un comercial divertidísimo, sencillo, con una idea original: Todos los que comían o portaban la sabrosa fruna adquirían literalmente, la facultad de saltar inconteniblemente.

Aunque es conocida la tradición y afición peruana por comer turrones en el mes de octubre, el mercado de este producto en los 80’s no mostraba un líder reconocido ni diferencial. Panificadora San José decidió cambiar la situación apostando por figuras reconocidas que “garantizaran” el excelente sabor del turrón y potenciaran la campaña que años atrás había liderado el desaparecido cómico Alex Valle, quien fue el primero en decir su famosa frase: “Suaveciitto”.

Aunque finalmente se emitió en 1990, la campaña empezó años antes con la salida al mercado de la margarina Manty y un nuevo concepto de vender mantequilla. La empresa Calixto Romero S.A. (propiedad del Grupo Romero, hoy Alicorp) había pensado en un producto más económico y similar a la mantequilla natural de vaca. Así surgió la idea de la presentación en pote (de hecho más atractiva y dirigida principalmente a los niveles socio-económicos bajos) ya que ofrece una margarina mucho más suave que la barra e ideal para el untado en el pan.

Uno de los spots que se lanzó en medio de la guerra Mentholatum - Vick Vaporub de mediados de los ochenta. El jingles se quedó en la memoria de muchos peruanos y es fácil de identificar al volver a escucharlo.

La empresa Piaggio y Canepa (PYC), antes de ser absorbida por Panificadora Bimbo de Perú, empezó a ingresar los productos de esta trasnacional al mercado peruano. El Gansito, un pequeño pastel relleno de crema y mermelada de fresa, salvó a la marca. El riesgo al fracaso era bastante alto ya que los productos envasados en aquel tiempo no eran tan bien vistos, pero en 1984 una idea sencilla, tierna, protagonizada por unos niños que perseguían a un ganso, tuvo mucha pegada.

El spot de Vinifan entró al mercado con una propuesta de transcendencia, con el fin de dejar el mensaje que el producto podría pasar de generación en generación. La frase que quedó en la mente de muchos fue "Vinifan - Jai".

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