Cirugía plástica: ¿cuáles son sus potenciales riesgos?

“Toda cirugía tiene un riesgo, un médico no puede decirle al paciente que no va a haber ninguna complicación”, afirma Walter Navarro, jefe de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Arzobispo Loayza, y agrega que “cualquier cirugía puede tener un sangrado abundante, causar un hematoma o infectarse, a pesar de que se haga en las mejores condiciones”.

Sin embargo, los riesgos incrementan cuando estas operaciones son realizadas por personas inescrupulosas, clínicas no autorizadas o en malas condiciones. Es por eso que miles de mujeres y hombres pierden la vida cada año en busca de la belleza.

PREVENCIÓN. Para evitar futuras tragedias es fundamental tomar algunas precauciones. “En principio, la persona debe cerciorarse de que el cirujano es un profesional de primer nivel; es decir, que esté reconocido por el Colegio Médico y por la organización en la que participe, en este caso la Sociedad Peruana de Cirugía Plástica”, explica.

Para corroborar los datos, solo basta contactarse con la Sociedad de Cirugía Plástica o el Colegio Médico o ingresar a las páginas web de ambas instituciones, donde están publicados los nombres de los miembros. El especialista explica que solo los cirujanos están calificados para este tipo de procedimientos, no los especialistas en medicina estética, dermatólogos y cosmiatras.

BIOPOLÍMEROS. Aparte del intrusismo, también hay que afrontar el serio problema de los biopolímeros, el aceite de avión y la silicona líquida. “Nosotros, los cirujanos plásticos, solamente colocamos ácido hialurónico y grasa del propio paciente. Lo demás no está permitido. Colocamos sustancias transitorias y no definitivas, y las prótesis que ponemos en mamas y en la región glútea”, señala.

ADICCIÓN. La búsqueda incansable de un cuerpo o un rostro bello también puede llevar a una persona a padecer de una adicción a las cirugías. “En este caso, la persona siente que es fea y comienza a operarse, pero luego se hace una y otra intervención y nunca termina de estar contenta con su belleza”, explica.

Por esta razón es importante que haya una comunicación previa entre el cirujano y el paciente. Para Navarro, el cirujano plástico no puede ser solamente un especialista médico, también tiene que ser un sicólogo, para ser capaz de detectar los problemas que tiene el paciente y decir “no” cuando es necesario.