Corrado Demofonti: “Somos personas que nos unimos para una beneficencia”
Corrado Demofonti: “Somos personas que nos unimos para una beneficencia”

La pobreza es uno de los males que aún azota al país. A pesar de ello existen personas que tratan de colocar un granito de arena dentro de la comunidad para mejorar, aunque sea por un instante, la calidad de vida de los que más lo necesitan. Corrado Demofonti no sabía que ese sería su papel cuando llegó al Perú. Como a muchos, la época navideña fue la encargada de cambiar su percepción sobre la vida.

¿Cómo se enteró del distrito de Paramonga? 

Hace ocho años conocí a una señora llamada Renata Vega, la cual me invitó a ver una fortaleza. A mí me gusta la arqueología y yo solo quería conocer un templo. Pero por casualidades, un día antes de Nochebuena me quedé en Paramonga. Esa fue la primera vez que vi la pobreza. Siento que la pobreza que hay en Lima es diferente a la de Europa, pero no imaginaba hasta dónde podía llegar. Miraba alrededor y todo era diferente. La noche del 24 de diciembre yo la guardo como un recuerdo inolvidable.

¿Qué pasó aquella Nochebuena?

Pasé la noche con una familia que puso en la mesa un panetón, para mí fue algo maravilloso, yo pensaba que era un dulce típico de Italia, en cambio era un postre tradicional de este país. Lo más sorprendente fue que lo cortaron en tajadas delgadísimas, como una hostia consagrada, puesto que habían muchas personas en la familia. En mi mente me decía: “ese panetón completo, en Europa, sería para cinco personas”. Esa fue la chispa que inició todo.

¿Cómo ha sido su colaboración con los niños? 

Prácticamente ocho años no es mucho tiempo, pero este año hemos recaudado más de 13 mil soles. Ese dinero nos permitió hacer 74 canastas con productos básicos para los chicos de la escuela Raúl Haya de la Torre, que es el colegio donde van los niños del Asentamiento Humano Maracaná (Paramonga).

¿Cómo se animó a realizar esta labor? 

Yo comprendo que no soy culpable de la pobreza en el mundo, pero tampoco hacía nada para que esta sea superable. Hasta ese punto la diferencia entre Italia y Perú era tan fuerte que le dije a Renata: “qué te parece si organizamos algo para Navidad”. Iba a ser difícil porque aquí había un problema grande, pero al regresar a Italia hablé con algunos amigos para que me brinden su apoyo.

¿Cuál es el trabajo trascendental en este proyecto?

Todos los años durante la celebración de la Bajada de Reyes (6 de enero), distribuimos canastas con productos básicos para las familias y los niños del colegio Raúl Haya de la Torre. También les hacemos una fiesta con payaso, hora loca y chocolatada. Y en los meses de marzo realizamos la compra de útiles para el inicio del año escolar, esto lo logramos con el dinero que sobra de la festividad de enero.

¿Por qué escoger el mes de enero y no el de diciembre? 

Porque el proyecto se centra en la festividad de Bajada de Reyes. En Italia se llama “Befana”, que se traduce en la imagen de una señora que lleva regalos, aquí la tradición se llama “Reyes Magos”. No somos una asociación civil, somos personas que nos unimos para una beneficencia, nada más.

Sobre la historia en Nochebuena que vivió en Paramonga hace muchos años, ¿cuánto significó para su crecimiento personal?

Muchísimo, porque no puedes imaginar cuánto la pobreza ataca a niños y familias. Tengo 72 años, no sé cómo he llegado a esta edad por tanta labor que he hecho. Me impresiona en dos aspectos: primero, porque no solemos hacer nada importante por la pobreza, pero lo que realizamos nos da felicidad una vez al año; y segundo, me conmueve ver que teniendo un entorno de gente muy rica ellos no regalen ni un sol.

Pero hay amigos que sí ayudan, ¿cómo los convenció para que se sumen a esta causa? 

Creo que fue un poco fácil porque hice un razonamiento con ellos por correo y les dije: “No creas que si me regalas cinco euros es una ofensa para mí. Piensa solamente que un euro se transforma en casi cuatro soles y con esa cantidad, dos niños pueden tener un buen desayuno”. El discurso en Europa fue comprendido y por eso tengo un grupo de amigos que cada año sabe que los voy a molestar a partir de finales de setiembre. Todavía es difícil hacerles comprender que pueden hablar de esto con otras personas porque sería genial que si ellos donan cinco euros cada uno, también hablen con otras 30 personas más para que hagan lo mismo, pero no lo hacen porque la idea de la pobreza en Europa es totalmente diferente.

DATO

Corrado Demofonti. Periodista. Trabajó en una emisora italiana y cuando se jubiló vino al Perú para conocer más sobre nuestra historia milenaria. Finalmente terminó ayudando a personas con necesidades económicas.