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El motociclista boliviano Danny Nogales participa en el  con una moto prestada y con un mínimo de apoyo económico de pequeños patrocinadores, y aunque está en los últimos lugares del rally es el gran héroe de , que lo bautizó como "el llanero solitario".

Mecánico de 33 años y procedente del pequeño municipio de Vinto, cercano a la ciudad de Cochabamba, Danny corre con una moto KTM, réplica de una de la categoría superproducción, como la de su compatriota Juan Carlos 'Chavo' Salvatierra.

"Sé que no cuento con mucho apoyo, me están colaborando empresas pequeñas. La empresa naviera holandesa SDW Shipping permitió que participara porque me prestó la moto, es mi único auspicio mayor", señaló días atrás Nogales durante su paso por Bolivia, procedente de Argentina y que también involucra la ruta a Paraguay.

Acotó que la moto "es cero kilómetros que la hicieron fabricar para mí. Tiene un valor de 35.000 euros y al finalizar tengo que devolverla en buen estado. Si ocurriera algo, tendría que pagarla".

Sólo cuenta con el apoyo de su padre Simón, también mecánico, y su hermano Jimmy que lo siguen en una camioneta, pero sin poder ofrecer el gran apoyo que gozan otros competidores que tienen una legión de colaboradores, asistentes y mecánicos.

"No tenemos ni un peso" de apoyo o auspicio, dijo su progenitor al canal privado de televisión Unitel, al que agregó que "hay cero ayuda", pero saca pecho porque su hijo está en la dura competencia que "es para los valientes, para los machos, para quienes resisten el frío o el calor".

Alertado del caso, el vicepresidente boliviano, Alvaro García, señaló que "no queremos que esto se vuelva a repetir y veremos que el siguiente año tenga una colaboración, porque es una locura correr sin apoyo", mientras que la alcaldía de Cochabamba recaudó unos 31.000 bolivianos, unos 4.400 dólares en ayuda, que los entregó a su madre.

LLANERO SOLITARIO. Su historia de héroe ha recorrido como reguero de pólvora por las redes sociales, donde lo han bautizado como un auténtico "llanero solitario", pues, a pesar de ocupar las últimas casillas de la competencia, no ha cesado en continuar su exigente marcha.

Cuando los competidores del Dakar estuvieron en Bolivia, la alegría fue calurosa para sus competidores, como Salvatierra o Fabricio Fuentes en motos, Wálter Nosiglia, que luego abandonó en cuatriciclos, o Marco Bulacia en autos, pero el sentimiento de cariño hacia Danny Nogales fue especial.

En cada punto es rodeado por fanáticos que lo envuelven en banderas tricolores bolivianas rojo, amarillo y verde; le abrazan y le felicitan. Cuando llegó a La Paz, en la suspendida sexta etapa el sábado pasado, arrancó en llanto, cuando fue vitoreado por una multitud de espectadores locales.

Ya en el poblado boliviano de Uyuni, al culminar la séptima etapa, el piloto de motos recibió la colaboración de una humilde vendedora de jugos hervidos, María Alejandra Huanca, quien pagó con 62 bolivianos, menos de 10 dólares, su consumo de gasolina.

En la clasificación general marcha en el puesto 104 entre 109 competidores, con el número 166 en el dorso, pero ello no ha mermado su ánimo de seguir en competencia.

"Me siento agradecido a Dios y con toda la gente que me apoya, a mi familia, a los auspiciadores, se hace lo que se puede", dijo el competidor al portal de noticias Videos Bolivia en Internet.

AFP

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