Miluska Ochoa: “Nos interesa que el cliente no tenga miedo al lujo”
Miluska Ochoa: “Nos interesa que el cliente no tenga miedo al lujo”

¿Cómo se siente una persona al adquirir un producto de lujo?

Bien, se siente especial al llevar una pieza que tiene un gran valor. Esa es la cultura de lujo con la que Miluska Ochoa viene trabajando en el país para que todos entiendan que la adquisición de un bien de lujo no solo es para millonarios.

¿Cómo llega Luxe France al Perú? 

Nosotros empezamos legalmente como Making LLC en 2012 y luego nos establecimos al año siguiente. Básicamente hemos estado viendo la parte de las capacitaciones, tanto con los artesanos como con las joyerías, exactamente las técnicas alrededor de este arte.

¿En dónde han trabajado con estas personas? 

En nuestros locales, ellos han venido a nuestras oficinas y hemos hecho capacitaciones. Consideramos que podemos aportar algo de las técnicas que se usan en el mundo. Además, el tema de joyería no es solo elaborar joyas sino también trabajar con los clientes, es decir, que podamos tener una buena atención con el público, que él conozca nuestros productos, hacer una serie de detalles en el aspecto económico para que pueda ser más productiva la pieza y se pueda ganar mayor margen de ganancia. Todo ese trabajo es para que la pieza sea exportable, porque en este momento la joyería está bien ligada a la artesanía y, teniendo un gran material como la plata y el oro, podríamos trabajar en una exportación a alto nivel.

Los bienes de lujo son un mercado muy poco conocido en el país. ¿Cómo han trabajado con ese tema? 

Estamos arando en arena, pero estamos muy contentos porque justamente es una oportunidad, sobre todo en la parte educativa. Realmente tenemos todas las industrias, ahora existe la oportunidad en el aspecto que se desea consumir productos de un alto nivel, pero el cliente debe tener conocimientos sobre los minerales, porque es diferente un diamante que un zafiro. A nosotros nos interesa que el usuario no tenga miedo al lujo, ni a vestir una ropa muy cara, o en el caso de las mujeres, tener una lencería con diamantes o con perlas. No es necesario ser millonario para usar esto, y es un concepto que a nivel mundial estamos incorporando, por eso hemos trabajado con piezas muy bien trabajadas, pero esos son detalles técnicos que ayudan a que el producto esté al alcance de más personas y no necesariamente tenga que gastar una fortuna por un diamante.

¿Cómo tratan de inculcar sobre la cultura del lujo? 

Tenemos piezas de diamantes de precios altos, sea por su claridad o el peso, pero también existen piezas más económicas. Estas son más accesibles a las personas y las hacen sentir que van portando algo de valor especial, porque recordemos que los diamantes son piezas que tiene millones de años y no es algo que existe de tres o cuatro años. Nosotros queremos que las personas empiecen a acostumbrarse a una calidad de vida que no tenga que ver con joyería, con ropa, autos, accesorios, sino sobre todo con el comportamiento. Una persona que está acostumbrada al lujo tiene un trato diferenciado. Nosotros queremos que todos los clientes tengan ese trato diferenciado, que no se sientan cohibidos de poder ingresar a una tienda lujosa, porque si tienen la capacidad adquisitiva, ¿por qué no darse la oportunidad? Por eso estamos capacitando, para que al momento de atender, el cliente se sienta bienvenido y cómodo en la tienda, que no se sienta amenazado porque lo están mirando o juzgando. Eso no es una buena actitud en el bien de lujo, porque lo que uno vende en los bienes de lujo son sensaciones.

¿El mercado peruano es un buen exportador de piezas de lujo? 

El Perú tiene una particularidad, porque sus piezas se notan que son de acá, tienen un brillo especial con el que puede competir con otros minerales del exterior. Ahora estamos trabajando con una técnica para que se exporte y todos los mercados lo consuman, ya que el país tiene una técnica limpia y clara, pero el acabado debe ser impecable, y al hacerse a mano es más costoso porque se realiza uno a uno. Lamentablemente, este es un limitante para los artesanos, pero ellos están poniendo los ladrillos para las nuevas generaciones. Pronto se traerán máquinas para hacer producción en serie, si bien siempre la pieza hecha a mano es muy valiosa, por un tema de competitividad en el mercado global la pieza hecha a máquina es más aceptada por el precio.

DATO

Miluska Ochoa. Representante de Luxe France. Estudió para ser comunicado-ra, pero luego se inclinó hacia las empresas que trabajan con bienes de lujo.

4 años tiene la empresa trabajando en el Perú.

2013 fue el año en que empiezan la capacitación con los artesanos.