Si te puedes morir si alguien te rompe el corazón

Un desengaño amoroso o la muerte de un ser querido rompen el corazón, pero además puede causar la muerte, según se desprende de un estudio publicado en la revista Open Heart. 

El 57% de las personas de menos de 60 años pueden fallecer por una fibrilación auricular que varíe el ritmo de los latidos del músculo cardiaco tras conocer la muerte de su pareja.

Por lo general, los facultativos asocian el estrés psicológico grave con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares agudas, tales como infarto de miocardio. Pero aún se desconoce de manera certera si también se aplica a la fibrilación auricular. Esta dolencia representa la arritmia cardiaca más frecuente en el mundo occidental.

Para averiguar si hay relación entre una situación de estrés y la dolencia científicos de la Universidad de Aarhys (Dinamarca) realizaron un estudio sobre un millón de pacientes que sufrieron fibrilación auricular con resultado de muerte o no tras el fallecimiento de su pareja del paciente, episodios ocurridos entre 1995 y 2014.

La pérdida de la persona querida duele no solo psíquicamente, sino también físicamente, según los investigadores. El director del estudio, Simon Graff, explicó que el 41% de los viudos tienen mayor riesgo de presentar "un latido irregular por falta de riego sanguíneo".

El informe fijó que el riesgo alto de sufrir esa rotura de corazón se prolonga entre ocho y catorce días después del fallecimiento de la pareja. El riesgo pasa a ser medio a los 30 días del sepelio del ser querido, cuando la personas comienza a aprender a vivir sin su marido o su esposa. Un año después ese riesgo de sufrir una fibrilación auricular disminuye en los viudos a niveles similares al resto de la población. Pero no es como reza el dícho popular de que 'no hay mal que cien años dure', sino porque el estrés comienza a disminuir.

Otro de los datos encontrados por los investigados es que el riesgo de sufrir una fibrilación auricular se incrementa cuando la pareja falleció de manera inesperada -accidente, crimen o suicidio-, todo lo contrario que ocurre cuando el óbito es fruto de una larga enfermedad.

En todo caso, los propios científicos advierten que, aunque parece claro que si te rompen el corazón puedes morir, "nuestros resultados se necesitan más estudios con vistas a evaluar si esta situación también se aplica a más dolencias comunes, pero menos graves" y anuncian que investigarán tratamientos preventivos.