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Un tribunal afgano condenó el miércoles a cuatro hombres a morir ahorcados por haber linchado en marzo en Kabul a una mujer acusada equivocadamente de haber quemado un ejemplar del Corán.

El 19 de marzo, Farjunda, de 27 años, fue apaleada hasta la muerte, luego quemada y lanzada al lecho de un río en Kabul por una multitud furiosa que la acusaba de haber profanado el libro sagrado del islam.

Su muerte conllevó la movilización de cientos de personas y su féretro fue llevado al cementerio por mujeres, algo muy raro en Afganistán.

La tragedia, que tanto el presidente Ashraf Ghani como los talibanes condenaron, provocó numerosas protestas en Afganistán y en varias capitales europeas.

Menos de dos meses después, los jueces del tribunal de primera instancia "de crímenes contra la seguridad nacional" condenaron por "unanimidad" a cuatro hombres a la pena capital por este asesinato, anunció el miércoles el juez Safiulá Moyadidi durante una audiencia pública en Kabul.

Entre los condenados a muerte figura un mulá autoproclamado que vendía amuletos cerca de una mezquita y que provocó las agresiones contra la joven.

La investigación reveló que Farjunda no había quemado el Corán, sino que había denunciado que las actividades del vendedor de amuletos eran contrarias al islam.

Molesto, el vendedor la acusó de blasfemia y movilizó a una multitud para lincharla. Varios policías asistieron pasivamente a la escena, de la que proliferaron vídeos y fotos por las redes sociales.

A raíz del crimen se creó el movimiento "Justicia por Farjunda" para denunciar la violencia contra las mujeres, pero también la charlatanería y la ignorancia que causaron el caso.

El tribunal de primera instancia condenó el miércoles también a otros ocho hombres a 16 años de cárcel y liberó a otros 18, por falta de pruebas, en este proceso que comenzó el sábado en la capital afgana.