Unos 6.000 combatientes yihadistas habrían perdido la vida por ataques aéreos perpetrados por Estados Unidos y miembros de la coalición contra el Estado Islámico (EI).
El Pentágono informó que, desde el domingo, la coalición internacional ha realizado 21 ataques aéreos en Siria con cazas y drones, un número superior al de los pasados días.
Los bombardeos se centraron en la ciudad fronteriza de Kobani, donde Estados Unidos y sus aliados realizaron 17 ataques, contra varias unidades del Estado Islámico y varias posiciones de los islamistas en esta ciudad siria fronteriza con Turquía.
Las fuerzas kurdas consiguieron desplazar los yihadistas fuera de Kobani, que corría el riesgo de convertirse en un coladero para extremistas extranjeros y consolidar los territorios ganados por los islamistas.
Por otro lado en Irak, la coalición internacional realizó 13 ataques aéreos, repartidos entre Faluya, Hadiza, Mosul y Tal Afar.
Según estimaciones del Pentágono, los ataques, que comenzaron en agosto y se intensificaron en septiembre, han acabado con la vida de 6.000 combatientes islamistas de un total de entre 20.000 y 30.000 milicianos.
Estados Unidos espera consolidar sus avances, con las operaciones de entrenamiento y asesoramiento a las fuerzas iraquíes y a los peshmerga (fuerzas del Kurdistán iraquí), que podrían estar preparándose para tomar Mosul, la segunda ciudad de Irak y bajo control del Estado Islámico. EFE
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