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La Policía Federal brasileña imputó hoy a cinco ejecutivos de la constructora Odebrecht, incluido su presidente, Marcelo Odebrecht, como sospechosos de estar involucrados en el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

Las autoridades formalizaron este lunes la acusación ante la Justicia al considerar que los sospechosos son responsables de los delitos de fraude en licitación, lavado de dinero, corrupción activa y pasiva, crimen contra el orden económico y organización criminal.

Además del presidente de la empresa, preso desde el pasado 19 de junio en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, están los directores Rogerio Santos de Araújo, Alexandrino de Salles Ramos de Alencar, Márcio Farias da Silva y César Ramos Rocha.

También fueron imputados por los mismos delitos el empleado de Petrobras Celso Araripe de Oliveira, el socio y gerente de la empresa Freitas Filho Construções Limitada, Eduardo de Oliveira Freitas Filho, y el exempleado de Odebrecht João Antônio Bernardi Filho.

Odebrecht, que reiteradamente ha negado las irregularidades en los contratos que supuestamente fueron amañados, evitó pronunciarse sobre las acusaciones de la Policía, que ahora deberán ser analizadas por el Ministerio Público (fiscalía), ente encargado de presentar o no las denuncias ante la Justicia.

La constructora forma parte de una veintena de grandes empresas privadas implicadas en las corruptelas que desde hace un año y medio se investigan en Petrobras.

Según las autoridades judiciales, las compañías implicadas en el caso obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban sus valores y las diferencias eran repartidas entre los políticos que amparaban las corruptelas y algunos exdirectivos de la empresa estatal.

Por el caso también se investiga a medio centenar de políticos, entre quienes figuran los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renan Calheiros.

Por su supuesta participación en esas irregularidades está preso Joao Vaccari, extesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

La imputación ocurrió pocas horas después de que la Justicia dictara las primeras sentencias contra empresarios implicados en las corruptelas, como las condenas a penas de 9 a 15 años de cárcel para tres exdirectivos de la también constructora Camargo Correa.

Además fueron condenados a penas de prisión el exdirector de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, el cambista Alberto Youssef y Jayme Alves de Oliveira, uno de sus empleados.

Los dos primeros son considerados los principales delatores en este caso, a cambio de una reducción de sus condenas.