En la segunda reunión que mantienen las delegaciones de Estados Unidos y Cuba, luego del deshielo, autoridades de la isla manifestaron que un restablecimiento de las relaciones diplomáticas no será posible mientras no se le excluya de manera definitiva de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Desde 1982 Cuba integra esa lista incluida en el informe anual sobre el terrorismo en el mundo del Departamento de Estado. Su inclusión supone la imposición de sanciones como la prohibición de la venta y exportación de armas, la prohibición de ayuda económica y restricciones a las transacciones financieras entre ciudadanos.
EMBAJADAS Y CAMBIOS
Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, aseguró además que para la apertura de embajadas es necesario que se resuelva antes la situación bancaria de la Sección de Intereses de La Habana en Washington. Como resultado del “bloqueo”, según señala, esta oficina está próxima a cumplir un año sin servicios.
“Las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas deberán basarse en los principios del derecho internacional. Para cuba esto, significa el respeto recíproco al sistema político, económico y social de ambos estados, y evitar cualquier forma de injerencia en los asuntos internos, o amenaza a los elementos políticos, económicos y culturales de ambos países”, expresó además.