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El abogado ecuatoriano Pablo Guerrero Martínez, excandidato presidencial y exiliado político en la República Checa tras ser acusado de terrorismo y boicot en 2011, regresó hoy a Ecuador después de estar siete años fuera del país.

Guerrero, de 49 años y candidato en 2009 por la Concentración de Fuerzas Populares, fue acusado en marzo de 2011 de delito de terrorismo y boicot por irrumpir el 30 de septiembre de 2010, con un grupo de simpatizantes, en una emisora de televisión pública para dar su opinión sobre la reforma de la ley del servicio público.

En esa fecha, cientos de policías que reclamaban mejoras salariales protagonizaron una protesta que se transformó en una revuelta de grandes proporciones.

El entonces jefe de Estado, Rafael Correa, acudió al sitio de la manifestación para explicar la reforma pero, tras ser agredido, quedó atrapado en un hospital de la Policía, de donde fue liberado por la noche en un operativo de fuerzas especiales del Ejército.

A su llegada a Quito tras prescribir el proceso judicial en su contra, Guerrero criticó al Gobierno anterior y afirmó que el actual presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, correligionario de Correa, en su opinión está secuestrado políticamente por simpatizantes del exmandatario, según recogen medios locales.

Tras agradecer a quienes lo fueron a ver al aeropuerto, recalcó que tiene un compromiso "pacífico de luchar y rehabilitar los principios republicanos y las virtudes liberales que nos dejó (Eloy) Alfaro", en referencia al dos veces presidente de Ecuador (1897-1901 y 1906-1911) que lideró en este país la llamada revolución liberal (1895-1924).

El 2 de julio de 2012, Guerrero Martínez obtuvo la condición de exiliado político en la República Checa. El Ministerio checo de Interior consideró entonces que Guerrero "en su patria desarrolló una actividad encaminada a ejercer los derechos y libertades políticos, y que por esta actividad fue perseguido".

En el documento de asilo, de diez años de vigencia y renovable por otros diez, se añadía también que "el proceso penal que en su país sigue su curso contra el solicitante y otras doce personas tiene todos los elementos de un proceso político, y la pena que podrían recibir no guarda relación con la seriedad de la culpa".

En mayo de 2015, la Justicia checa rechazó con carácter definitivo la solicitud de extradición a Ecuador de Guerrero y de su hermano José Luis, encausado en el mismo proceso

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