Al menos dos personas murieron este lunes a causa del terremoto de magnitud 7,8 que afectó la Isla del Sur de Nueva Zelanda, anunció el primer ministro, John Key.
Horas después del temblor, registrado cerca de la ciudad de Christchurch, el jefe de gobierno neozelandés confirmó dos víctimas fatales y advirtió que el número podría aumentar, pero dijo que carecían de precisiones, dados los problemas de comunicación con la zona afectada.
PREVIAMENTE
Un fuerte terremoto de magnitud 7,8 sacudió Nueva Zalanda este domingo por la noche, anunció el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
El movimiento telúrico tuvo su epicentro a 90 kilómetros de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla del Sur, donde otro terremoto de magnitud 6,3 causó 185 muertos en febrero de 2011.
El Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico emitió una alerta de tsunami. "Se puede haber originado un tsunami local. Se recomiendan medidas para proteger bienes y vidas", indicó el centro en su página web.
El Ministerio de Defensa Civil y Gestión de Desastres neozelandés recomendó a los habitantes de la costa en la Isla Sur que se desplacen "hacia zonas elevadas o lo más posible tierra adentro".
En su cuenta de Twitter, el Ministerio aconsejó que los que puedan desplazarse lejos de la costa suban a los pisos superiores de los edificios o incluso a los árboles.
"Escuchen la radio y sigan las instrucciones de los servicios de emergencia", añade el mensaje de alerta.
Los servicios de emergencia están evaluando los daños del terremoto, que podría haber afectado algunas casas en la localidad de Cheviot, cerca del epicentro, según el portal del diario New Zealand Herald.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.
El 22 de febrero de 2011, al menos 185 personas murieron en un seísmo de magnitud 6,3 que sacudió la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur, y causó daños en 30.000 edificios. EFE