II Guerra Mundial: Ministro alemán pide perdón por sufrimientos que nazis causaron en Stalingrado
II Guerra Mundial: Ministro alemán pide perdón por sufrimientos que nazis causaron en Stalingrado

El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, pidió hoy perdón por los sufrimientos que los soldados alemanes causaron en Stalingrado, escenario de la más cruenta batalla de la .

"Pido perdón por esos inconmensurables sufrimientos que los alemanes causaron aquí. Me inclino, siendo alemán, ante éstas víctimas. Me arrodillo en señal de duelo", dijo Steinmeier a la prensa durante su visita a Volgogrado, antigua Stalingrado.

Steinmeier, quien hizo una ofrenda floral en el complejo memorial dedicado a los soldados soviéticos que murieron defendiendo la ciudad bañada por el río Volga que llevaba el nombre de Iósif Stalin, llamó a Volgogrado "ciudad de la reconciliación".

"Estos días con el más profundo de los duelos hablamos de agradecimiento. Y este agradecimiento me gustaría expresarlo en especial a la gente de aquí, de Volgogrado, que entonces, en Stalingrado, pagó el mayor precio", dijo.

Además, agregó, "hizo una inestimable contribución no sólo a que la guerra se terminara, sino que acabara la existencia del terrible régimen nazi".

"El fin de la guerra hace 70 años significó para Alemania la liberación del régimen nazi, de la violencia", dijo.

Además de homenajear "a los héroes de Stalingrado", también tuvo la oportunidad de visitar en la localidad de Rossoshki el cementerio donde están enterrados los soldados alemanes que murieron en la que es considerada la batalla más cruenta de la contienda.

En la batalla de Stalingrado, que estalló en junio de 1942 y concluyó el 2 de febrero de 1943, murieron más de dos millones de soldados soviéticos y alemanes.

Stalin esperaba que Hitler lanzara en el verano de 1942 una nueva ofensiva contra Moscú, pero, en cambio, los alemanes renunciaron a la capital rusa y decidieron hacerse con el control del Cáucaso para cortar los suministros de combustible al Ejército Rojo.

Además de la más sangrienta, esa batalla fue decisiva para cambiar el signo de la contienda, ya que tras esa victoria el Ejército Rojo lanzó una contraofensiva y ya no se conformó con expulsar al invasor, sino que acabó tomando Berlín.