Justicia europea aprueba patentes de óvulos si no pueden convertirse en seres humanos
Justicia europea aprueba patentes de óvulos si no pueden convertirse en seres humanos

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) autorizó el jueves las patentes de óvulos estimulados por manipulación genética, siempre y cuando no sean aptos para convertirse en un ser humano, dado que no pueden ser considerados embriones.

La justicia británica recurrió al TJUE para plantearle el caso de la empresa de biotecnología británica International Stem Cell Corporation (ISCO).

La empresa presentó dos solicitudes de patente a la Oficina de Propiedad Intelectual británica para una tecnología que produce células madre pluripotentes (que pueden transformarse en cualquiera de las células que componen el cuerpo humano) a partir de óvulos humanos.

Estas células madre pluripotentes podrían tener un gran potencial para el avance de las investigaciones en medicina regenerativa.

Los óvulos son estimulados partenogenéticamente, es decir sin esperma, para desencadenar la embriogénesis sin fecundación.

La oficina británica rechazó otorgar las patentes alegando que las invenciones basadas en la utilización o destrucción de embriones humanos no son patentables conforme al derecho europeo.

ISCO respondió a este argumento explicando que un óvulo estimulado partenogenéticamente no puede convertirse en un ser humano.

En su sentencia de este jueves, el TJUE explica que "para poder ser calificado de 'embrión humano', un óvulo humano no fecundado debe tener necesariamente capacidad intrínseca para convertirse en un ser humano".

Por consiguiente, agrega, "el mero hecho de que un óvulo humano activado mediante partenogénesis inicie un proceso de desarrollo no es suficiente para considerarlo un 'embrión humano'".

En cambio, subraya el Tribunal, "en el supuesto de que ese óvulo tuviese capacidad intrínseca para convertirse en un ser humano, debería ser tratado del mismo modo que un óvulo humano fecundado, en todos los estadios de su desarrollo".

Reenvía por tanto a la justicia británica la tarea de de comprobar si los organismos que ISCO quiere patentar disponen o no de la capacidad intrínseca de convertirse en seres humanos.

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