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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, expresaron en un encuentro en Riad su determinación en consolidar su estrecha cooperación y en aunar esfuerzos para luchar contra el terrorismo.

Según un comunicado de la Casa Real difundido hoy, ambos destacaron "la importancia de actuar para lograr la seguridad y la estabilidad en la región" de Oriente Medio.

Los conflictos regionales, con Siria e Irak a la cabeza, centraron las conversaciones de ayer entre Obama y el monarca saudí, que accedió al trono el pasado viernes.

Para combatir al terrorismo, abogaron por "esfuerzos conjuntos" porque, como dijo el rey en un tuit, el objetivo es "fortalecer la asociación estratégica y la cooperación bilateral y servir a la paz mundial".

Uno de los frentes donde ambos Estados trabajan conjuntamente es en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que desde el pasado mes de junio lleva a cabo una ofensiva en Irak y Siria, donde ha proclamado un califato.

Arabia Saudí participa en el marco de una coalición internacional comandada por Washington en los bombardeos contra las posiciones de los radicales en la zona.

Riad también insistió en la importancia de hallar una solución al conflicto árabe-israelí, en base a las resoluciones internacionales y la Iniciativa Árabe de Paz.

Otro tema abordado durante la reunión fue el expediente nuclear iraní, en el marco de las negociaciones entre el G5+1 e Irán, que despiertan temor en Arabia Saudí.

Según el analista saudí Anuar Aishqui, hay varios temas en los que se necesita un acuerdo porque hay discrepancias entre Riad y Washington.

En una columna en el diario saudí Okaz, el experto señaló que Arabia Saudí espera un mayor compromiso de Estados Unidos en las crisis de Siria, Irak, Yemen y Libia.

También quiere que al tratar la relación con Irán no solo se estudie el tema nuclear, sino también "la injerencia" de la República Islámica en los asuntos internos de los países de la región.

Con esta visita de apenas unas horas, Obama buscó estrechar aún más las ya fuertes relaciones entre ambos países que existen desde hace décadas, y que han sido reforzadas en los últimos años con la lucha contra el terrorismo.

La delegación que acompañó a Obama estuvo compuesta por el secretario de Estado, John Kerry, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Brennan, y el jefe del Mando Central estadounidense, Lloyd Austin.