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El  expresó el lunes su "pena" luego del "asesinato de cristianos inocentes", 28 etíopes ejecutados por el grupo  (EI) en Libia, y pidió a los responsables de la comunidad internacional reaccionar al "grito" de las víctimas.

"Me he enterado de los nuevos repugnantes actos de violencia perpetrados contra cristianos inocentes en Libia, muertos por la única razón de creer en el Señor y Salvador Jesucristo", escribió  en un mensaje al patriarca ortodoxo copto Tewahedo.

Subrayó que está cerca de él "en la oración" a causa del "martirio que sigue siendo aplicado tan cruelmente a los cristianos en Africa, en Oriente Medio y en algunas partes de Asia".

"Sean ellos católicos, coptos, ortodoxos o protestantes no significa ninguna diferencia. Su sangre es una y la misma. El testimonio de nuestros hermanos y hermanas cristianas es un testimonio que grita y debe ser escuchado por cualquier hombre que sabe distinguir entre el bien y el mal. Ese grito debe ser tanto más escuchado por aquellos que tienen en sus manos el destino de los pueblos"", subrayó el papa.

Antes, el Vaticano pidió el lunes a la comunidad internacional "detener el avance de la crueldad y la persecución de los cristianos", a los que calificó de "mártires" de la fe.

"Rindo homenaje a esos mártires y expreso mi admiración por esos hijos de Etiopía que manifestaron su adhesión a Cristo hasta dar su sangre por él", dijo el cardenal Leonardo Sandri, presidente de la Congregación vaticana para las Iglesias orientales, a Radio Vaticano.

En febrero, el papa  había saludado ya "el testimonio de fe" de 21 coptos egipcios decapitados en Libia por yihadistas del grupo  (EI).

"La sangre de nuestros hermanos cristianos es un testimonio de fe, y poco importa que sean católicos, ortodoxos, luteranos, coptos: eso no interesa a sus perseguidores, que solo ven que son cristianos porque su sangre es la misma", dijo.