En el Perú, uno de cada 25 alumnos repite el año escolar. De acuerdo al Censo Escolar del Ministerio de Educación, la proporción de locales escolares públicos en que todas las aulas en uso tienen paredes o techos que presentan filtraciones o grietas ha aumentado, entre el 2014 y el 2015, de 15.7 a 16.2 por ciento. Pero los números siguen. Nuestro país tiene más de 6.9 millones y medio de menores en edad escolar; de ellos, un millón 252 mil tienen la educación básica pública en escuelas de educación primaria.
Por desgracia, no todos pueden estudiar en las condiciones que se merecen. Las cifras de ausentismo en la población rural escolar hablan de una media superior al 16 por ciento, por lo que, peruanos, tenemos todavía muchas cosas por hacer. Para cualquier escolar es un reto asistir a clases, pero hay algunos que lo tienen más difícil que otros.
Volvamos a referirnos al Censo Escolar del Ministerio de Educación para ver cuál es la situación de los colegiales en las zonas rurales del país. Para el 37 por ciento de ellos, su centro de estudios está suficientemente lejos para que esto sea un grave problema. Desde lluvias y nevadas que hacen el trayecto una pesadilla, hasta tener que cruzar ríos cuando el caudal crece, y no siempre hay un puente habilitado y cerca.Lo que es más dramático aún, hay un 6 por ciento de niños que no pueden ir a estudiar simplemente porque deben ir a trabajar.
Esta aventura nos llevará por diversos puntos del país en la cual conoceremos a embajadores solidarios que necesitan de corazones solidarios para resolver estos problemas.
Toda gran gesta se inicia con un primer paso, y esta vez el viaje nos llevará por todo el mes de setiembre a trabajar a Huancavelica con la ONG Caritas Diocesana-Huancavelica como embajador solidario de la iniciativa.
Correo trabajará con esta institución y contribuirá en promover su causa social, que apunta esta vez a ayudar a la institución educativa José María Arguedas, del centro poblado de Coricocha.
SOMOS HUANCAVELICA. Esta aventura tiene metas específicas. Primero, mejorar la infraestructura del colegio, ya que actualmente techos y paredes se encuentran en mal estado producto de la lluvia y las heladas que afectan la zona.
No cuentan con adecuados servicios higiénicos, algo que también está en camino de ser solucionado.
El 29 de setiembre se estará realizando la clausura de esta primera ruta de solidaridad, la cual concluirá con la entrega de donativos y un desayuno para los niños del colegio José María Arguedas.
De manera adicional se estará implementando el mejoramiento o directamente el remplazo de sillas, carpetas y pizarras, a la vez que se llevará ropa de abrigo y comida para los estudiantes de la localidad.
Cada mes se tendrá un nuevo destino, donde la ruta del esfuerzo solidario recorrerá nuevas carreteras, llegando a los que menos tienen.