Cada semana salen a la luz encuestas que miden la aprobación y desaprobación del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, mandatario que ya es parte de la historia por registrar la caída más rápida en popularidad y perjudicar al gabinete por defender a Vizcarra.

Preocupa el descontento que refleja la población, la misma que parece será difícil evitar que siga cayendo e imposible revertirla en los siguientes meses.

Los hechos de corrupción que se revelan día a día ayudan en este declive y nadie conoce hasta dónde puede llegar.

Lo revelado ayer por la encuestadora de Pulso Perú es altamente sensible para nuestro sistema político, donde el 81% de peruanos ya pide un cambio de ministros.

PPK ha enfatizado que: “Hasta el momento no hay necesidad de efectuar cambios en el gabinete y soy partidario de la estabilidad”.

Puede que tenga razón, empero por la vorágine de los escándalos de corrupción, sumado a ellos las críticas al convenio firmado para el proyecto del aeropuerto de Chinchero, el Gobierno y el gabinete están débiles.

Ha fallado, además, la comunicación sobre los alcances de los 112 decretos legislativos promulgados, los mismos que parecen ser conocidos solo por los titulares de cada sector, empero poco hicieron para exponer mejor sus alcances a los pobladores.

Si se mejora la comunicación de estas normas, en algo cambiaría la imagen del Gobierno, pues no todo es malo y hay cosas positivas por divulgar oportunamente en estos tiempos en que los peruanos reclaman para vivir tranquilos. Sí es posible, pero hay que trabajar más en esto.

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