El último martes el presidente Ollanta Humala estuvo en la región Junín inaugurando el mejoramiento de la carretera de Jauja a Huancayo. Mencionó que la inversión en este departamento es de más de 6 mil millones de soles e hizo alusión a grandes proyectos como los hospitales de Neoplásicas en Concepción y Daniel Alcides Carrión en Huancayo, además de otros por edificarse en Satipo, Pichanaki y Pangoa. También hizo referencia al Túnel Yanango y 74 puentes y 74 instituciones educativas, incluido el colegio emblemático Santa Isabel.

“Desconfío de los políticos y de los que hablan de política, porque es soberbia de lo peor que un hombre se ofrezca para arreglar vidas ajenas”, decía el cantautor, guitarrista y poeta argentino Atahualpa Yupanqui. En las anteriores elecciones generales, la población de Junín estaba esperanzada gracias a las promesas de Ollanta Humala y le dio su respaldo. Es que habló de transparencia y honestidad. Un poco más y prometía solucionarle la vida a todos.

Pasó el tiempo y lo único que le queda en su discurso son cifras. Y quiere darle la relevancia adicional para vencer resistencias. Sin embargo, no lo ha logrado. En Junín son también importantes las obras de conectividad con la capital y no se ha logrado mucho al respecto. La colapsada Carretera Central sigue siendo un obstáculo para que los productores del centro del país tengan mayores utilidades y para que el turismo se desarrolle a gran nivel. Nunca se declaró en emergencia esta vía y menos se construyó un camino alterno. Si a esto le sumamos que aún no se concreta la tan mentada ampliación del aeropuerto de Jauja, es muy poco lo que hizo el gobierno de Ollanta Humala en este tema que es vital para la gente del centro del país.