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El viernes último en el valle de Tambo, provincia de Islay, Arequipa, quedó comprobado una vez más que a los dirigentes de la zona solo les gusta ponerse al frente cuando hay asuntos por reclamar y estos responden a sus intereses políticos, pero cuando hay otros temas, prefieren mantener la distancia y no meterse en los reclamos que realmente demanda la mayoría. Por ejemplo, los agricultores del lugar en el presente año afrontarán un déficit de agua para regar sus cultivos, lo que perjudicaría la productividad en la zona, y eso preocupa.

El ministro de Agricultura, Juan Benites, la semana pasada advirtió sobre la falta del recurso hídrico que se daría en el sur, en especial en valles costeños, entre ellos Tambo, pues es poca el agua almacenada en presas o reservorios, en cabeceras de cuenca, como Pasto Grande (Moquegua), que tiene una reserva del 50% y que cubrirá apenas la demanda de los agricultores de la vecina región.

Los dirigentes de Tambo están más preocupados en bloquear vías y generar caos en el valle con el argumento de protestar en contra del proyecto Tía María, pero en cuestión del agua no se expresan.

El viernes, los agricultores convocaron a una reunión preocupados por la falta de agua que sufrirán, como también para tener una posición a fin de vigilar que el proceso de licitación del necesario proyecto de Paltuture se cumpla, pues hay cuestionamientos de comunidades de Moquegua y ahora también de Puno.

A dicha cita no acudieron las autoridades ediles, salvo el alcalde provincial, que fue pifiado.

Parece que los pobladores recién están abriendo sus ojos y se están dando cuenta de que solo son usados para protestar por los revoltosos dirigentes en temas políticos. Preferible andar solos antes que con quienes les dan la espalda.