Los últimos acontecimientos sobre la relación de Pepe Julio Gutiérrez y sus negociaciones bajo la mesa para levantar el paro indefinido en el valle de Tambo y la contundencia de los ya famosos “Pepeaudios” han generado una onda expansiva de consecuencias inesperadas; porque sus compañeros de aventuras Jesús Cornejo y Jaime de la Cruz han terminado peor que palo de gallinero y han empezado a marcar distancia del que otrora fuera su camarada de lucha.

Y aunque el abogado “llevaytrae” en las negociaciones entre Southern y los “lentejeros”, Jesús Gómez Urquizo, quiso limpiar de responsabilidad a la empresa, aduciendo que él los engañó con esos supuestos pagos millonarios, el propio mandamás de la compañía minera, Óscar González Rocha, ha declarado ante la fiscalía que sí conoce al abogado y que mantuvo conversaciones con él, echando por tierra el argumento del engaño.

Y claro, si bien ahora sabemos la catadura moral de estos seudodirigentes y cuál es el verdadero fin que los mueve, el problema continúa en el valle, agravándose los enfrentamientos entre la población indignada, los huaraqueros contratados y la Policía Nacional, y que ya ha dejado un muerto más en esta macabra lista y un gobierno en estado catatónico. Un tema que debió llevarse por los canales regulares y legales ha terminado en un conflicto que enfrenta a peruanos contra peruanos, donde se habla de coimas millonarias, negociaciones bajo la mesa, intereses subalternos y manejos turbios de una empresa con pocos escrúpulos y dirigentes de baja estofa. Y mientras tanto sigue ardiendo Troya, como amenazó el “lentejero”, y no sabemos si el estado de emergencia sea la solución.