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Debido al revuelo por la interpelación al ministro de Educación, esta semana pasó desapercibida la aprobación en el Congreso del proyecto de ley que crea la Autoridad Única de Transporte de Lima y Callao (AUTLC). Esta entidad diseñará, coordinará y regulará el desarrollo de infraestructura de transporte en Lima y Callao, con el fin de impulsar políticas que hagan sostenible nuestro sistema de transporte urbano. Esto es crucial para el desarrollo y el sostenimiento del conurbano Lima-Callao de diez millones de habitantes, cuyo sistema vial hace rato colapsó, tanto por un déficit de infraestructura en cuanto a cantidad y calidad, como por un déficit de gestión y de ausencia de políticas públicas inteligentes. Todo esto tiene que acabarse, y ya es tiempo que las autoridades de Lima y Callao dejen de “echarse el muerto” y generen soluciones impostergables que influyan concretamente en el bienestar de limeños y chalacos. Porque no hay desarrollo ni calidad de vida en una ciudad con el sistema de transporte que tenemos.

Problemas complejos requieren soluciones complejas. Hace rato que el caos vehicular en Lima y Callao es un drama que sobrepasó a nuestras actuales autoridades actuando por separado. Aun así, es muy probable que esas mismas autoridades siembren obstáculos, pues la AUTLC les quitará espacios de poder. Por eso, es fundamental que los dos principales actores de este proyecto sean el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML). Porque van a torpedear este proyecto si no lo blindan los llamados a ser sus dueños. Esperemos que sus titulares estén a la altura y empiecen a darle forma rápidamente, de manera coordinada, para construir los indispensables consensos que hagan posible -y sostenible- a la nueva autoridad autónoma. 

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