GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La semana que pasó difícilmente podrá ser olvidada por quienes seguimos de cerca la política del país, y mucho menos por sus protagonistas. No se han cumplido ni los primeros cien días del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski y lo observado en los últimos días ojalá no sea un adelanto de lo que se nos viene de acá al 2021, pues el Perú necesita una administración honesta, cohesionada y eficiente, y no una capaz de meterse los autogoles que hemos visto en los últimos días.

Desde que empezó el gobierno de PPK habíamos visto algunos “adelantos” de los problemas que se vendrían. Ahí está el Mandatario diciendo que no había problema con un “poquito” de contrabando ni con un “tronchito”. Bueno, se dijo, es el estilo del nuevo gobierno. Sin embargo, cuando nos íbamos acostumbrando, vino el escándalo protagonizado por el asesor palaciego Carlos Moreno, quien resultó ser un mercader de la salud de los pobres. Antes estuvo el mausoleo senderista en Comas.

Y mientras el Gobierno no lograba explicar por qué se le dio a Moreno las “gracias por los servicios prestados a la nación”, ya veíamos algunas movidas extrañas en los ascensos en la categoría de embajador en Torre Tagle. Pero la bomba vino el viernes con la denuncia publicada por Hildebrandt en sus trece, y al día siguiente por Correo, dando cuenta de denuncias de cobro de cupos por gente cerca a PPK. El hecho generó la renuncia de dos consejeros palaciegos: Jorge Villacorta y José Labán.

Para colmo de males, el viernes la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marisol Pérez Tello, apenas conocida la denuncia de los cupos, habló de “gorgojos” en el entorno presidencial; y por la tarde se supo en Lima que una persona había muerto durante un enfrentamiento con la Policía por líos alrededor del complejo minero Las Bambas, lo que sin duda ha sido aprovechado por la izquierda para hacer ruido y llevar agua para su molino.

Para el gobierno “ppkausa”, la cosa ha sido complicada no por acción de la oposición ni por haberse desatado una campaña de la prensa, como sostienen algunos de los implicados. Urge corregir muchas cosas y limpiar la casa de “gorgojos”, como bien ha dicho la ministra Pérez, pues el país necesita avanzar de la mano de un gobierno que tiene que hacer bien su trabajo, en lugar de gastar tiempo y energía en esquivar los escándalos en los que se mete.

TAGS RELACIONADOS