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A pocos días del final del mandato del presidente Ollanta Humala, los actos delincuenciales y la inseguridad ciudadana no desaparecen, por el contrario, aumentan. Lo ocurrido en un crucero en el río Amazonas es un suceso más que pone sombras al presente Gobierno. Unos piratas de río, fuertemente armados, lograron asaltar a un grupo de turistas y llevarse más de 20 mil dólares y pertenecías. Al margen de la galopante inseguridad ciudadana en el país, este hecho es un duro golpe contra el turismo.

El nuevo Gobierno, encabezado por Pedro Pablo Kuczynski, tiene la gran tarea de resolver este problema tan álgido. El presidente electo prometió liderar la lucha contra el crimen y para ello debe darle todo el apoyo al Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, con el fin que la labor de inteligencia y prevención sea más efectiva.

Según estudios, cerca de 10 millones de peruanos han sido víctimas de la delincuencia, es decir casi una tercera parte de la población del país. Además, el INEI informa que más del 85% de peruanos no se siente seguro y teme ser víctima de algún delito. Estas cifras convierten al país en uno de los que tiene más víctimas por delincuencia en América Latina.

Se necesitan reformas integrales para derrotar a la delincuencia. Si bien es cierto, poner más policías en las calles, aumentar los sueldos de los efectivos y comprar más armas disuasivas son importantes, lo que se requiere con urgencia es estrategia.

De ahora en más, los planes de acción, cualquiera sea su contenido, jamás deben ser presentados como una encuesta de imagen sino como retos que cumplir inmediatamente.