Desde que se hicieron públicos los audios de las comunicaciones interceptadas al expresidente Ollanta Humala, cuyo tenor era -posiblemente- comprar y silenciar testigos en el caso Madre Mía -base militar instalada en la región San Martín y donde habrían ocurrido abusos y asesinatos-, se han formulado diferentes hipótesis que requieren una respuesta. El país necesita saber lo que pasó en 1992, año en que estuvo destacado el entonces “Capitán Carlos”, y saber de las posibles violaciones humanas denunciadas en su oportunidad, empero por raras movidas se archivaron las investigaciones como la denuncia que había.

Tal como señaló hace una semana el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, existe la posibilidad de que se reabra el caso Madre Mía, luego de que se dieran a conocer testimonios de exsoldados que acusaron al expresidente Humala de encargar ejecuciones cuando era jefe de la base militar.Es un tema sensible, en especial para aquellos grupos políticos que dieron su aval al ex jefe de Estado para alcanzar ese cargo que representó cinco años por voluntad de la mayoría de peruanos y que, en cierto caso, se convirtieron en cómplices con su silencio -de confirmarse- de los excesos ocurridos hace más de 20 años en dicha base, como la muerte de los esposos Natividad Ávila y Benigno Sulca.El pleno del Congreso de la República aprobó la formación de una comisión investigadora para conocer lo que ocurrió realmente en Madre Mía, un pedido respaldado por 98 legisladores y que se espera ayude a esclarecer los hechos. La verdad debe salir a luz.