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En enero de 2013, Correo informó que Eva Fernenbug, suegra del expresidente Alejandro Toledo, había comprado bienes inmobiliarios por 5 millones de dólares aproximadamente, dinero que provenía de la empresa Ecoteva Consulting Group.

Han tenido que pasar más de tres años, tiempo en el cual han sucedido una serie de hechos, para que el titular del 16 Juzgado Penal de Lima, Abel Concha, decida abrir investigación preparatoria (proceso judicial) contra el exmandatario y su esposa Eliane Karp por el delito de lavado de activos, en mérito de la acusación fiscal.

Estos hechos han implicado a Toledo -como acusa la fiscal Manuela Villar- en el ingreso de dinero ilícito al país a través de empresas de fachada para la compra de inmuebles de costo muy alto.

Estos recursos procederían del presunto pago de coimas de las constructoras Odebrecht y Camargo Correa por la ejecución de los tramos 2, 3 y 4 de la Interoceánica cuando Toledo fue presidente (2001-2006).

El país demanda conocer lo que hay detrás de todo esto, y será el propio exmandatario el principal interesado en aclarar en los tribunales su inocencia, como él mismo escribió a través de su cuenta en Twitter. “Estoy en Lima desde el viernes. Yo no me corro. Estoy aquí para enfrentar las acusaciones sin fundamento”, expresó.

Se inicia una nueva etapa en este caso de presunta corrupción, donde un exgobernante afronta acusaciones relacionadas con la empresa Ecoteva, que tiene que llegar a su fin cuanto antes y el juez deberá determinar si hay o no responsabilidades dentro de un adecuado proceso judicial.

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