Definitivamente, mayo es el mes de los temblores. El remezón que padecimos la semana pasada y que hizo salir corriendo a cientos de iqueños que no sabían si rezar o detenerse en la Plaza de Armas, le sumamos este terremoto político cuyo epicentro es la Municipalidad Provincial de Ica. Ayer, el alcalde Carlos Ramos Loayza sorprendió a todos al retirar a más de media docena de funcionarios de la comuna, empezando por el gerente general, el economista Luis Vásquez Cornejo, presentado apenas en enero junto a otros gerentes y subgerentes. El motivo, el calamitoso gasto público de solo 3% de fondos públicos en el rubro llamado “solo proyectos”. Todos los que están saliendo son de planta, como parte de la confianza que le daba el alcalde a profesionales que trabajan de hace buen tiempo en la comuna iqueña, y que por el momento, hasta lo que se ve, no han logrado prácticamente nada. Durante la gestión del exalcalde iqueño Gustavo Martínez García, el ahora saliente Vásquez Cornejo dirigió la Gerencia de Planeamiento y Presupuesto. No tengo el gusto de conocer a ese señor ni a ninguno de los funcionarios que dejan el municipio, pero están dejando un muy mal precedente sobre los trabajadores “de planta”, aquellos que se quedan mientras las cabezas se van. La idea que ronda en muchos peruanos es que los de planta solo buscan que pase el tiempo y no dan el cien por ciento como un funcionario nuevo. Lamentablemente, esta idea no es fácil de revertir en la Municipalidad Provincial de Ica.

Deudas millonarias con la Sunat, con los proveedores y con sus trabajadores, entre otros rubros, tiene que enfrentar la actual gestión de Carlos Ramos Loayza. Esperemos que quienes están ingresando ahora como reemplazo sí den la talla, aunque ya nos enteramos que el nuevo gerente general viene con algunas “perlitas” desde Lima que preocupan. Ahora que pasó el terremoto, veamos si podemos levantar los escombros y darle mejores noticias a esta gran región.