Escribo esta columna desde Piura, a dos días de la lluvia histórica de 15 horas que cayó el domingo y el lunes y el consecuente desborde del río que afectó el centro de la ciudad, principalmente el inicio del Bajo Piura, donde las aguas permanecen inundando campos de cultivo y mantienen atrapadas y sin alimentos a cientos de personas que tratan de ser rescatadas por militares y policías.

Lo preocupante es que esta tragedia -que se puede apreciar en su real magnitud desde los helicópteros de las Fuerzas Armadas, que en muchos casos no pueden aterrizar para llevar ayuda por falta de terrenos libres de agua- ocurre mientras para las próximas horas se prevén lluvias de magnitud moderada a intensa al menos por los próximos tres días. El panorama previsto para el fin de semana no es nada alentador.

El presidente Pedro Pablo Kuczynski estuvo presente el martes. Este coincidió con el gobernador regional Reynaldo Hilbck en que se debe atender de emergencia a 10 mil personas que tendrán que ser trasladadas a refugios donde hará falta todo -comenzando por alimentos no perecibles, agua potable, ropa, colchones y atención médica-, pues el peligro de sufrir enfermedades es latente.

El Estado está respondiendo como puede, mientras que los peruanos demostramos que somos solidarios; sin embargo, hace falta más en esta región en el mediano plazo, luego de atender la emergencia que busca evitar más muertes. Esta región tendrá que levantarse de las cenizas, especialmente en el sector rural, que sufre pérdidas millonarias a juzgar por las inundaciones vistas desde el aire solo en los inmensos campos de los alrededores de Catacaos.

El drama de El Niño costero nos ha mostrado nuestras falencias para estar prevenidos y atender emergencias. A pesar de ello, en medio de todo este drama, en la reconstrucción de Piura el gobierno central y local tienen una gran oportunidad para demostrar su capacidad de gestión, la honestidad de sus funcionarios y que los sistemas de control sirven de algo. Si no es así, de nada habrá servido la tragedia de esta región y el resto del país.