El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Francisco Távara, inauguró la semana pasada la sede de la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del JNE y dio inicio al Programa de Formación de Líderes Políticos para -teóricamente- impartir conocimientos que permitan a los nuevos políticos ejercer sus cargos de manera adecuada.

Lo que resulta contradictorio, vergonzoso y punible es que dicha Escuela haya iniciado operaciones de forma irregular, violentando la ley y en abierto desacato a la autoridad.

La Municipalidad de San Isidro (MSI) ha clausurado el inmueble luego de comprobar que el JNE realizaba trabajos sin autorización. Conforme a la MSI, el local -donde se empezaron a dictar clases a políticos de todo el país- no cuenta con los estacionamientos que manda la ley, tampoco con licencia de funcionamiento ni con certificado de Defensa Civil, es decir, está operando en abierto desafío al Estado de Derecho y perturbando la vida de los residentes.

El inmueble alquilado por el JNE para su Escuela está en una zona residencial que colinda con un parque, el mismo que se arruinaría si se permite que el JNE instale su local. Si se trata de formar líderes políticos, empieza muy mal esta Escuela si el local donde pretende operar tiene este tipo de problemas.

Parecería que lo primero que enseñan los del JNE a los futuros políticos es a actuar a la mala, con impunidad y sin ningún respeto por la ley ni por los vecinos.

Esperamos que el alcalde Manuel Velarde imponga la autoridad y la ley y Francisco Távara reflexione y recapacite sobre la desacertada decisión de pretender instalar un local donde no debe.