De nada le valió al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski empeñarse en defender la adenda del contrato con Kuntur Wasi para la construcción del aeropuerto de Chinchero (Cusco) si al final el ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, iba a renunciar al cargo horas después de admitir que “no hay consenso” sobre el proyecto y que no se han logrado despejar las dudas sobre el mismo, por lo que se iba a cancelar el acuerdo con la empresa.

Lamentables las idas y venidas de un gobierno que sin duda terminará dañado interna y externamente, pues por más que haya renunciado el ministro Vizcarra, recordemos que fue el propio presidente Kuczynski quien viajó a poner la primera piedra de una obra que ha quedado en nada, pues el consorcio a cargo del proyecto ha sido dejado de lado en medio de cuestionamientos de la Contraloría y ya ha anunciado, como es lógico, que tomará medidas legales contra el Estado.

Recordemos también al propio PPK -con la camisa remangada y junto a su pizarra en Palacio de Gobierno- tratando de explicarle al país las bondades de la adenda que ayer la Contraloría ha lapidado, hasta con responsabilidades penales de por medio. El presidente Kuczynski se compró el pleito y se la jugó por la famosa adenda que, según el ente de control, jamás debió ser suscrita por ser lesiva a los intereses del país. Sin duda el costo político será alto.

A nivel externo, habrá que ver cómo queda la reputación de nuestro país ante los eventuales inversionistas, pues el mensaje que damos con el papelón de Chinchero es que vienes al Perú, firmas un contrato con un Estado que se promociona como serio, luego viene una adenda, pones la primera piedra con el mandatario y al final te mandan con tú música a otra parte por irregularidades que antes nadie alertó. ¿Así queremos que venga la plata de afuera? ¿Así vamos a entrar a la OCDE?

El Perú entero tendrá que pagar por el mal manejo de Chinchero, que si ya olía mal, comenzó a oler peor tras la foto publicada en febrero último por Correo, en la que se ve a la gente del consorcio Kuntur Wasi con el presidente Kuczynski y sus dos vicepresidentes en un evento del hoy partido de gobierno. Pese a todo, la actual administración trató de seguir adelante con un proyecto vital para el país que ojalá algún día pueda concretarse, sin sombras ni absurdas idas y venidas