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El crecimiento del ausentismo de los electores ha sido un detalle muy singular luego de que la ONPE haya publicado los resultados de las últimas elecciones al cien por ciento. Por tercera vez consecutiva, aumentó el número de personas que no fue a votar. Si en el año 2006, el 11.3% se ausentó, el porcentaje subió en el 2011 al 16.2 y en el 2016 al 18.2.

Si a esto se añade que 3 millones 253 mil 696 personas que fueron a votar lo hicieron en blanco o viciado, cifra superior al 2011, se puede interpretar como una señal preocupante.

Se han ensayado muchas explicaciones, como el caótico proceso electoral, las fallas en el sistema de voto electrónico, las largas colas en los colegios producto de demoras por el nuevo orden de los padrones de sufragio, los cambios de los locales de votación, entre otros. Sin embargo, es probable también que haya desencanto y disgusto de la gente por la clase política, pese a la irrupción de algunos rostros nuevos.

Por ello, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski tienen un reto mayúsculo. ¿Cuál es? Concretar un buen gobierno para que la disconformidad y radicalismo de la gente no crezca dentro de cinco años. Tamaña responsabilidad implica hacer resurgir al país y no destruir esta enorme oportunidad que le da la mayoría.

Ambos candidatos coinciden que llevarán el Estado a los lugares donde brilla por su ausencia y entregar para el 2021 un país próspero, justo y equitativo. La clave es saber vincularse con el futuro. Si es así, habrá menos pobres en el Perú y por consiguiente los que ponen en tela de juicio el sistema y piden otro modelo económico tendrán menos espacio político.

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