El expresidente del Perú y columnista de Correo, Alan García, se ha mostrado contrariado en redes sociales por la publicación por este periódico de una fotografía, fechada en 2010 en un hotel de Manaos, en la que aparece acompañado por el entonces presidente de Brasil, Lula da Silva, y el empresario Marcelo Odebrecht, entre otros. García está irritado con este diario por localizar la fotografía en la ciudad brasileña de Manaos.

El disgusto de Alan García entendemos que será producto de un lapsus mental que Correo pretende ayudarle a superar. Fue el expresidente quien, en respuestas a las preguntas de este diario sobre el origen y autenticidad de la fotografía, situó la imagen en Sao Paulo, en primer lugar, y horas después en Manaos. Ese ha sido el error de Correo: creer al pie de la letra en sus palabras desde Madrid, vía e-mail. Correo hizo su trabajo: preguntó al protagonista y también fuente de la información. Si Alan García no se hubiera equivocado, Correo no habría cometido ese desliz informativo, ya que la reunión sí se produjo, como confirma -en una tercera versión-, en Lima. Usted no ha demostrado la misma elegancia. Ha cuestionado usted la ética del medio.

Este hecho debe servir, señor García, para que usted haga memoria y recuerde cuántos encuentros celebró, de forma privada, si los hubo realmente, con Marcelo Odebrecht. Si los hubo, y fueron privados, ¿quién pagó la factura? En todo caso, públicos o privados, si Correo tiene conocimiento, publicará su contenido si es de interés para sus lectores. Nuestra misión es informar sobre los hechos que construyen las historias, basándonos en los testimonios de los protagonistas y testigos, y no inventar.