El Ministerio de Educación es el órgano rector del sistema educativo nacional que debe definir las políticas y medidas para favorecer el logro de aprendizajes en las instituciones de enseñanza de la formación escolar (inicial, primaria y secundaria), básica alternativa, básica especial, técnico-productiva, comunitaria, superior tecnológica y pedagógica, así como universitaria. Para el efecto tiene sus direcciones de línea del sistema educativo.

Pero también instancias transversales como las referidas, entre otras, a la educación rural, intercultural y bilingüe, educación física y deportes, desarrollo magisterial, tecnologías de la comunicación y la información, gestión descentralizada y de los colegios, infraestructura, becas y crédito educativo, así como a la evaluación estratégica y de los resultados educativos.

Para el desarrollo de las tareas de diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas en el sector no basta ser bachiller, haber seguido un curso de capacitación, haber hecho una consultoría, o haber trabajado en una organización educativa. Para el efecto se

requieren prioritariamente profesionales que conocen, viven, han vivido y sienten directamente la complejidad de la realidad educativa nacional en asuntos claves para avanzar hacia una educación de calidad e inclusiva.

Es importante valorar la concurrencia multidisciplinaria de los profesionales vinculados a las ciencias sociales, la planificación, la ingeniería, la economía, las comunicaciones y la administración. No obstante, resulta fundamental y prioritario el aporte activo y central de maestros competentes con experticia directa en la gestión institucional y pedagógica.

Estamos seguros de que con la ministra profesora Marilú Martens volverán los educadores al Ministerio de Educación.

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