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El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski no tiene calma. El paso al retiro de 790 policías, el ruido político por el viaje de Nadine Heredia a Suiza y la inminente interpelación del Congreso de la República al ministro de Educación, Jaime Saavedra, son los temas que conceden una gran oportunidad a la gritería política. Circunstancias que generan que los congresistas se centren en estos temas mediáticos y no puedan abordar con rigor y tiempo los grandes problemas del país.

El caso de Jaime Saavedra ha sido uno de los más resonantes en las últimas semanas. Los dimes y diretes van desde una investigación realizada por la Fiscalía de Lavado de Activos por presuntas irregularidades en la compra de computadoras hechas por el Minedu hasta el poco avance de las obras para los Juegos Panamericanos de Lima, en el 2019. Por ello, la mayoría en el Congreso le puso la puntería al ministro de Educación y busca censurarlo.

Ante este panorama, el presidente Pedro Pablo Kuczynski dejó su acostumbrado ánimo chispeante y las sonrisas para ponerse serio y dar el respaldo a Saavedra en un mensaje a la Nación. “Yo tengo total confianza en él”, dijo el Jefe de Estado, luego de la última sesión del Consejo de Ministros. Fue una actitud principista y mesurada, sin enfrentarse a la oposición, que pedía sangre. En realidad, fue una salida para evitar deslizarse por el barranco de las destituciones y la crisis ministerial. Salió a defender no solo a la persona sino fundamentalmente al equipo.

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