Hace unos días conversé con una amiga para sugerirle, entre otros temas, que los empresarios se metan la mano al bolsillo y ayuden con lo que se pueda a la gente que está padeciendo por las inundaciones y las fuertes lluvias. Y su respuesta fue sincera: que nos convoque para ver cómo se puede apoyar.

¿Y quién convoca a los empresarios para que pongan su grano o saco de arena? Si hablamos de las empresas formales, sería bueno que las cámaras de comercio del norte del país puedan convocar a sus agremiados y exponerles el tema, por si no se han dado cuenta de que las ciudades se caen a pedazos.

Pero no llamen a los empresarios para analizar las oportunidades de negocio que tendrán con el apoyo económico que brindará el Gobierno Central. No digo que no hagan empresa, que hay libertad para eso, sino que se reúnan y vea cómo pueden colaborar desde sus posibilidades y sus proyecciones financieras.

De esta manera, si la empresa es agroexportadora o ganadera, sería conveniente que destine algunos de sus recursos comestibles para quienes han perdido sus ingresos económicos. O quienes poseen boticas o farmacias, que donen medicamentos de primeros auxilios, y quienes tengan ferreterías se porten con techos, por ejemplo. Y así con otros hombres y mujeres de negocios. Todo suma.

La inanición de los empresarios que tienen buen olfato para hacer dinero y la nariz tupida para obras de caridad, es cuestionable y denota cierta miopía empresarial. Que entiendan que su mercado se está yendo a la porra y que si no lanzan un salvavidas pronto tendrán a target debilitado por la falta de ingresos.

El Estado pondrá 800 millones de soles para la reconstrucción del norte del país. Varios empresarios saldrán ganando como pescadores a río revuelto. No les caería nada mal una lavadita de cara frente a su mal ganada fama de especuladores frente a las desgracias sociales. Todavía hay tiempo.

PD: Atención a los órganos de control, que vigilen bien el dinero público porque nunca faltan los vivos de siempre.