Los resultados de la encuesta presentada por GFK el domingo en La República dejan en claro que la campaña recién empieza y que nada está dicho, pues si bien Keiko Fujimori (32%) se mantiene sólida en la punta, el segundo lugar está casi casi empatado entre Pedro Pablo Kuczynski (9%), César Acuña (7%) y Alan García (6%), quienes tendrán que pensar mucho antes de hacer y decir algo, pues el pase a segunda vuelta podría estar para cualquiera de ellos.

Tendría que suceder una debacle para que Keiko Fujimori no pase a la segunda vuelta. Es cierto que en nuestro país nunca se sabe. Recordemos que hace cinco años los punteros en diciembre del 2010 eran Alejandro Toledo y Luis Castañeda; y que Ollanta Humala aparecía quinto. Sin embargo, los naranjas parecen tener un sólido apoyo de un tercio del electorado desde hace más de cuatro años, el cual sería casi imposible de perder de acá a abril próximo.

Así las cosas, ahora la disputa está entre PPK, Acuña y García, quienes tienen que evaluar muy bien a quién colocan en sus planchas y, sobre todo, a quién llaman para integrar sus listas al Congreso, pues ahí podría radicar la aceptación o el rechazo de los electores. Jalarse a uno o varios impresentables tendría efectos demoledores en alguna de estas candidaturas de menos de 10%, que por ahora no terminan de convencer a los electores.

Cuidado también con las frases desatinadas, las ofertas irrealizables, los videos inéditos del pasado oscuro y los “anticuchos” que suelen salir en las campañas no necesariamente por acción de los rivales o de la prensa que no los quiere ver en el poder (el trillado argumento de toda la vida), sino porque así es la previa a una elección, acá o en cualquier parte del mundo donde existan libertades para escarbar, sin libertinaje ni excesos, en la vida de los políticos.

PPK, Acuña y García la tienen muy difícil en una campaña donde lamentablemente la diferencia entre ganar y perder casi no la hacen las propuestas de gobierno que se puedan plantear, sino los gestos hacia los electores. Los tres personajes mencionados deben estar muy atentos y ejercer mucho control sobre sus campañas, si es que no quieren desplomarse y perder la posibilidad de disputar la Presidencia con Keiko Fujimori, quien parece casi segura en el “ballotage”.