Estado Islámico: ¡Atentado contra la humanidad!

Con justificado horror hemos visto nuevamente la destrucción del legado de la humanidad en manos de esta banda de delincuentes fanáticos y ello ha sucedido en el Museo de la Humanidad en Bagdad, Iraq, donde estos malhechores se han dedicado a la destrucción de las reliquias que aún existían de las antiguas culturas de Sumeria y Babilonia, que son la cuna de la civilización conocida. Circula un video en el que se registra este crimen y el que se ve a los integrantes de esta banda seudorreligiosa dedicada al fanatismo y que son el mayor insulto a la comunidad musulmana que al igual que nosotros los rechaza, cuando en el museo de Bagdad en manos del EI se dedicaron a destruir todas las piezas arqueológicas, bajo el pretexto que eran culturas que adoraban a diversos dioses y que, por cierto, no creían en Alá. Un supuesto sacerdote de este fanatismo se dedica a exponer un mensaje “cultural” al resto del mundo, olvidando, claro está, que Mahoma recién existió en el año 600 de nuestra era y las culturas que ellos destruyen tienen más de 5 mil años. Esto nos hizo recordar cuando los talibanes, en Afganistán, destruyeron las imágenes gigantes talladas en piedra de Buda. Bueno, ahora se dedicaron a destruir los últimos vestigios de las civilizaciones de Sumeria y Babilonia que se encontraban en el Museo de la Humanidad en Bagdad. Este es un crimen de lesa humanidad que no se puede permitir que continúe sucediendo. Esas reliquias son el recuento histórico del devenir del ser humano como cultura y civilización. Yo visité dicho museo en el año 1985 y realmente era un orgullo de ver cómo el gobierno iraquí y sus autoridades arqueológicas y científicas habían preservado dichas muestras. Me acuerdo con especial nostalgia cuando entré en la cámara especial, donde se guardaban las miles de tabletas en arcilla en las que se contaba los inicios de la historia conocida y ahora he visto cómo las han destruido estos “animales” que se quieren titular humanos. El mundo no se puede quedar inerme frente a este crimen. Lo que se ha perdido es irreparable. Las estatuas destruidas y todo lo que había sobrevivido en ese museo al bombardeo de Bagdad, ahora se perdió definitivamente. Qué espera el mudo civilizado para alzarse en contra de esta barbarie que no solo degüella a los que no piensan como ellos, que utiliza a los niños como armas. ¡Hasta dónde puede llegar la degradación humana!