Los alumnos de las instituciones educativas Honorio Delgado Espinoza y Juana Cervantes de Bolognesi en Arequipa, y Dean Valdivia de Mollendo y Cristo Rey de Camaná tienen algo en común: fueron favorecidos con trabajos de remodelación al ser considerados colegios emblemáticos.

De manera coincidente, y como pasó años atrás con los colegios Independencia Americana y Gran Unidad Mariano Melgar, las mejoras de sus instalaciones no se cumplieron en los tiempos previstos por la reincidente y negligente manera de ejecutar las obras, afectando seriamente a los estudiantes, quienes pasaron penurias hasta que les entregaron por fin la nueva infraestructura.

Por ello, sorprende que este sistema errado de ejecución de proyectos en el sector Educación persista, sin que haya sanción alguna a quienes elaboraron mal los perfiles y, lo que es peor, aumentaron los costos.

Es un problema reiterativo, pues nadie se interesó en hacer cumplir los cronogramas de cada proyecto a cargo del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied).

Por ello, viene bien la reciente conformación de un comité multisectorial, el mismo que tendrá el objetivo de hacer seguimiento y monitoreo al proceso de construcción e implementación de la nueva infraestructura de los cuatro colegios emblemáticos que ejecuta el Gobierno en esta jurisdicción, con la finalidad de garantizar el cumplimiento de los plazos establecidos. Es un importante paso, pues lo que se notó en los últimos años es que deliberadamente se ampliaban los tiempos de trabajo, afectando a los alumnos.

Para esta semana se anuncia la llegada a Arequipa de la ministra de Educación, Marilú Martens, y se espera que también se identifique con este problema frecuente que pasa con las obras que se ejecutan en las instituciones educativas.