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Son varias las oportunidades en que el Presidente dice y se desdice. Pareciera que no piensa lo que dice y no mide las consecuencias de sus palabras. Están en la mente de los peruanos sus frases como “no importa un poquito de contrabando”, fumar un “porro”, trabajar con los congresistas invitados de FP, etc. Además de ello, tiene actitudes singulares, como colocarse un pañuelo para cubrirse del sol en plena Parada Militar y con banda presidencial al pecho, como también abandonar momentáneamente el puesto de la tribuna en pleno desfile.

Todo lo mencionado es aplaudido por algunos entusiastas arribistas desde diferentes tribunas y han encapsulado estos malos gestos dentro del nuevo estilo de conducta de PPK con su peculiar sentido del humor inglés y su forma desenfadada de vestir con el botón superior del saco sin abrochar, diferenciándose de otras autoridades que sí visten de manera formal.

Algunos pensarán que estamos exagerando algo que de por sí es trivial y sin consecuencias, y que la caracterización del Presidente es avalada por la población e incluso su estilo ya ha sido festejado durante su visita a China, tal como lo expresó el embajador de ese país durante la ceremonia de aniversario en su local de Lima.

Sr. Presidente: muchos peruanos lo elegimos por ser el más experimentado, equilibrado, el más capacitado en asuntos públicos y privados, por sus dotes de estadista, su conocimiento de la economía, su carácter de previsor y planificador, sus virtudes de líder indiscutible de equipos de gobierno. Por favor, piense antes de hablar y actuar y no se desdibuje tan pronto.