Goleada de autogoles
Goleada de autogoles

Al Presidente de la República le gusta el fútbol, pero lo entiende mal. Cuando quiso ser de avanzada quedó fuera de juego y tuvo que recular de su “Gran Transformación”. Si tiene que formar barrera para defenderse, pone a los que carecen de talla para blindar su arco. Y cuando a veces hace un buen quite y puede enfilar una buena política, inmediatamente mete la mano y arruina la jugada.

Como en el fútbol, en política la desesperación es madre del error. Y la desesperación que le produce la posible vinculación con mafias de alto calibre le hace cometer flagrantes errores. El más reciente, dejar en off side a su ministro de Economía, que plantea una aprobación para un nuevo paquete de medidas reactivadoras, incluyendo una novedosa propuesta de reducción de impuestos. Humala pudo sacarle lustre a esta medida, calificándola como audaz -al igual que hizo su jefa de Gabinete- pero, en vez de eso, decidió “esconderla” metiéndose otro autogol insultando a los fujimoristas, nada menos que ante la prensa internacional.

¿Buscaba otra cortina de humo para desviar la atención de las peligrosas cercanías amicales que se vinculan a la pareja presidencial? Lo dudo. Habría elegido despacharse contra el fujimorismo después de aprobadas las medidas económicas. Siguiendo con el fútbol, si bien los fujimoristas “se comieron el amague” en primera, ya volvieron a disparar sobre la misma llaga de López Meneses, Belaunde Lossio y Orellana. La verdad es que ni deberían desgastarse en responderle.

Pero lo peor es que hay más autogoles que disparó el Presidente. Uno, que si el fujimorismo nació en una cloaca, ¿qué se podrá decir del humalismo que nació de componendas con Hugo Chávez, pactos con Montesinos, el ideario etnocacerista, el “Andahuaylazo” y “Madre Mía”, hechos con protagonismo probado del señor Humala. Dos, que al insultar al fujimorismo, el Presidente ofende como mínimo a 35% de peruanos que, al día de hoy, pondrían a Keiko Fujimori en su lugar, ya mismo. ¿Será que para el “inclusivo” Humala los pobres del Perú que tienen devoción al legado fujimorista también son “nacidos en una cloaca”? ¡Qué fuerte, Presidente! Ni la “China Tudela”.

Cuando haya pasado este accidente estadístico que representa la Presidencia de Ollanta Humala, podremos ver mejor dónde quedaron las cloacas y con quién. Entre tanto, esperemos por el bien de la estabilidad del país, en los veinte meses y una semana que falta, que el Presidente no insista en su goleada de autogoles.