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En la única provincia del centro del país que ganó Pedro Pablo Kuczynski en la primera vuelta de este año fue en Yauli-La Oroya, Junín. Logró un 42.54%. En la segunda vuelta su triunfo fue más contundente, con un 63.54% de votos. El apoyo de los pobladores de esta zona a PPK fue indiscutible. ¿La razón? El presidente electo encarna la esperanza para miles de trabajadores del complejo metalúrgico, operado por Doe Run, que está paralizado desde hace siete años. Prometió resolver este problema y ayer inició ese camino con una reunión con cerca de dos mil 500 trabajadores en La Oroya.

“PPK solución” y “PPK, queremos la reactivación de la metalúrgica”, fueron las pancartas más recurrentes en este encuentro. “Desde hace 7 años pasamos un sufrimiento, la desidia de los gobiernos mantienen paralizado el complejo, don Pedro Pablo es nuestra única esperanza”, dijo un trabajador.

La tarea no es fácil. Para comenzar, el tiempo juega en contra de nuestro próximo presidente de la República. Eso se lo hizo saber ayer el alcalde de Yauli-La Oroya, Carlos Arredondo, quien precisó que el próximo 27 de agosto culmina el plazo para el proceso de venta internacional de los activos de Doe Run. “El problema es que hasta el momento la junta de acreedores no ha tenido ninguna reunión reciente que indique un avance en el proceso concursal o el interés de algún postor”, añadió el burgomaestre. La única salida es que PPK amplíe el plazo de la venta de activos de Doe Run por tres o seis meses más, mediante un decreto supremo.

Este es uno de los primeros grandes retos de Pedro Pablo Kuczynski, quien tiene voluntad y mucho agradecimiento por la población de La Oroya.