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Está bien la declaratoria de emergencia sanitaria dispuesta por el Gobierno Central con el sistema hospitalario de Lima, cuyo sector colapsó por la falta de medicinas, instrumental y adecuados ambientes, que permitan dar una aceptable atención a miles de pacientes que llegan a diario por una consulta médica. La declaratoria, oficializada mediante Decreto Supremo N° 038-2016-SA, permitiría a las autoridades del sector proceder con licitaciones directas para adquirir equipos y medicinas faltantes en cada nosocomio.

La delicada situación por la que pasa el sector Salud no solo es en Lima, pues esto afecta al resto de centros de salud del país, donde el problema incluso es bastante delicado, al extremo que diversos establecimientos están sin personal profesional y carecen de los medicamentos necesarios.

Es una dura realidad que le toca enfrentar a la nueva administración gubernamental y tiene que encontrar alternativas urgentes para poder satisfacer la demanda de la población, en especial aquella que carece de recursos económicos para tratarse en una clínica particular.

Esta problemática afecta a todos, sin distinción alguna, y prueba de ello es lo que pasó la primera autoridad política de Arequipa, gobernadora Yamila Osorio, quien en misión de trabajo en la alejada provincia de La Unión-Cotahuasi, tuvo un resquebrajamiento en su salud y al momento de recurrir para ser atendida en el centro hospitalario del lugar, vivió en carne propia cómo los pobladores de estos lugares se ven marginados de acceder a un servicio adecuado.

La salud es parte de la política que le corresponde atender al Gobierno Central y por ello debe priorizar los esfuerzos para superar los problemas que enfrenta cada centro hospitalario del país.