El Hombre Araña es uno de mis superhéroes favoritos. Es uno de los principales personajes creados por Marvel cuya vigencia y valor radica en su código de conducta o sus valores. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, le dijo el tío Ben a Peter Parker, y el Hombre Araña siempre lo tuvo claro desde entonces.

Esta moraleja sirvió de cimiento para el espíritu y éxito de Spiderman. El poder político con el que cuenta Fuerza Popular debería hacer reflexionar a su lideresa sobre los límites que debe poner a su bancada para darle estabilidad y gobernabilidad al país. La responsabilidad que recae hoy en el partido fujimorista para que el Gobierno tenga éxito es enorme. La constante interpelación de ministros y el enfrentamiento constante con el Poder Ejecutivo no ayudan a crear el clima que requiere el país para retomar el rumbo. La situación económica es más delicada de lo que parece, y si la clase política no cambia su proceder, el desarrollo económico no va a ser posible. Gobernar sin mayoría es complicado y hace falta que los líderes de los partidos que hoy tienen más poder político demuestren su verdadero código de conducta. Hasta para la guerra hay ciertas reglas que se deben respetar y en el sistema democrático debemos ser muy cuidadosos. El poder inmenso que hoy detenta Keiko Fujimori pone a prueba su calidad como política. Lo que decida la convertirá en una heroína o en una villana.