“Conozco al monstruo por dentro”, ha referido Carlos Basombrío en alusión al Ministerio del Interior, que comandará desde el 28 de julio. Y le creemos, pero lo que la gente quiere es que conozca y enfrente todas las modalidades del delito que se desarrollan en la calle y que han convertido a la inseguridad ciudadana en tendencia diaria (trending topic). Aquí lo ayudamos con algunas frases claves:
Los robos callejeros a través del raqueteo, arrebato, cogoteo, lanza, bujiazo, etc.
Los asaltos a mano armada de “marcas” en agravio de cambistas y clientes bancarios. Y los atracos a restaurantes y otros negocios.
El accionar del crimen organizado: reglajes, secuestros, seguimientos, plagios, raptos y sicariato.
Las llamadas telefónicas a las empleadas del hogar para “limpiar” viviendas.
Las extorsiones, por teléfono, desde los penales, y las extorsiones con granadas y otros explosivos.
Los delitos contra la libertad sexual, llámense tocamientos indebidos, acoso sexual, violación sexual y ultraje.
Los delitos contra la libertad personal, como secuestros al paso y secuestro típico.
Los chantajes y el cobro de cupos a las obras de construcción.
Las estafa con el cuento del bono a los jubilados.
Las narcoextorsiones en el terminal marítimo del Callao.
La trata de personas en la modalidad de explotación sexual.
La explotación laboral infantil y el proxenetismo.
El lavado de activos por minería ilegal.
En buena cuenta, lo que la población demanda es un ministro de campo. Digamos, una versión mejorada de Daniel Urresti.