La corrupción en el gobierno de Ollanta y Nadine consigue más evidencias. A un año de dejar el poder, no por nada están bajo arresto preventivo. Mientras más se escarba en los Humala, uno se topa con una corruptela tras otra. Curiosamente el abogado Wilfredo Pedraza, quien hoy los defiende, es el protagonista de este nuevo caso.

En el 2012, Pedraza llegó al Ministerio del Interior con una cierta fama de defensor de injusticias y causas nobles. Defensoría del Pueblo, Comisión de la Verdad. Uno lo veía y era como suspirar de fe y esperanza. En meses, el barro dejó calato a quien no llegó a ídolo. Ese año se compraron 800 patrulleros. Al día de hoy, 250 están parados; no se usan. Se sabe que eran más autos malogrados, pero algunos se arreglaron para la APEC del año pasado.

En el contrato, ampliamente favorable a los fabricantes coreanos, se estableció eliminar el mantenimiento preventivo, bajar la garantía de 5 a 3 años y anular el servicio posventa. ¡Cuántos contactos se pueden hacer como agregado militar! ¡Cuánto se esconde en una compra de gobierno a gobierno!

Lo más escandaloso, y que la Fiscalía cree que es una coima, es un monto que nadie explica: $ 871 mil 636 que no aparecen en el contrato y que, tras auditarlo y verificar la tabla de precios, se le denomina “administración y gestión del proyecto”, con un llamativo 3.5% del costo. El perjuicio al Estado, entre la coima y los patrulleros parados: $ 1 millón 962 mil. Pedraza ha sido citado por la Fiscalía, pero manda decir que está abocado a la libertad de sus jefes. Debería pensar en la suya, empezando por ir a la Fiscalía.