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La crisis en el sistema de salud ha sido el tema recurrente en estos días en todo el país. Son tan delicados los problemas que aquejan a este sector que solo un plan convincente y fuerte puede revertir esta situación. Si bien es cierto, el sector Salud redujo su presupuesto en 2 por ciento y este año la cifra llegó a poco más de 13 mil millones de soles, lo más lamentable es la falta de buenos gestores. Un ejemplo de ello es el otrora asesor del presidente de la República, Carlos Moreno, quien buscaba que el Seguro Integral de Salud (SIS) firmara un convenio para que los asegurados se atendieran en los centros médicos del Arzobispado de Lima. Presuntamente quería sacar provecho propio de esta coyuntura. Ante estas irregularidades, la Defensoría del Pueblo ha levantado su voz y ha recomendado al gobierno declarar emergencia sanitaria nacional. El mal uso del equipamiento médico, la falta de medicamentos y la pésima infraestructura sanitaria fueron los detonantes para que la Defensoría del Pueblo tomara esta decisión. Además cuestiona la tercerización, la ausencia de transparencia y la poca supervisión oportuna, que han llevado al sector Salud a una penosa situación. Los más afectados con todo esto son los pacientes de hospitales nacionales.

Ahora le toca al Ejecutivo que hasta el momento ya viene reorganizando el SIS, un servicio destinado a más de 15 millones de peruanos. Asimismo, aprobó una partida de 209 millones de soles para combatir la crisis. Sin embargo, no solo es cuestión de presupuesto y óptimas condiciones hospitalarias, también es importante tener a funcionarios capaces, honestos y transparentes.

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