Es momento de que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski explique al país en qué consiste la llamada modernización de la estatal Refinería de Talara y cuánto nos costará a los peruanos esta obra, que según muchos especialistas no tiene el menor sentido, pues más rentable para el país sería importar combustibles antes que dárselos a Petroperú en crudo para su procesamiento.

Recordemos que fue el gobierno de Ollanta Humala el que suscribió un contrato con la empresa española Técnicas Reunidas, destinado a modernizar la refinería. Inicialmente, los cuestionados trabajos iban a costar 1300 millones de dólares, y se sabe que la actual administración encontró la obra en “punto de no retorno”, por lo que no quedaba otra alternativa que seguir con el encargo al contratista.

Si modernizar la Refinería de Talara es una botadera de plata de todos los peruanos y responde solo a la obsesión ideológica del humalismo de darle un rol más “protagónico” a la estatal Petroperú, algo que quedó de manifiesto con el fallido intento de compra de los activos de Repsol en 2013, es algo que debe aclarar el actual gobierno, a fin de que los responsables de este despropósito respondan por sus actos.

El Perú no está en condiciones de cargar con errores generados por administraciones irresponsables que nos han embarcado en un compromiso que sería lesivo a los intereses del país. El gobierno actual está en la obligación de exponerle al país lo que significa para nuestra economía la modernización de la Refinería de Talara, cuánto nos va a costar y si nos es favorable o no.

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