GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La sociedad está descontenta con los jueces permisivos con la violencia contra la mujer o con el flagelo de la corrupción. Por ello surge la iniciativa de un nuevo Acuerdo Nacional por la Justicia. Fernando Zavala lo ha anunciado en apoyo al Presidente, quien en su discurso inaugural aludió a una justicia reformada que permita eficiencia, transparencia y respeto a los derechos fundamentales.

Gran propósito. La democracia afronta una crisis de confianza y el elemento esencial para recuperarla es la justicia. El gobierno apelará al Acuerdo Nacional, la Defensoría del Pueblo y a las instituciones públicas y privadas. Y fortalecerá el Consejo Nacional de la Magistratura para nombrar o ratificar a los mejores jueces, pero también sancionar o destituir a los peores.

Estamos ante un tema de fondo para la presencia y confianza en el Estado. El Acuerdo Nacional por la Justicia no surgirá de la nada, ya tuvimos uno cuando Hugo Sivina, entre 2003 y 2004 fue un pugnaz presidente del Poder Judicial. Formó una Comisión de alto nivel en la que honrosamente participamos junto a Raúl Ferrero, Diego García Sayán, Marcial Rubio y Oscar Schiappa, con el apoyo de Juan Jiménez Mayor y Rosa Mavila. En el objetivo recorrimos el país en audiencias pulcramente organizadas junto a Sivina y a jueces comprometidos con el cambio. Escuchamos a usuarios e instituciones. Redactamos el Acuerdo y lo publicamos, pero no llegamos a incorporarlo como política de Estado al Acuerdo Nacional. Colisionó en el tiempo con la Comisión Especial de Reforma Integral de la Administración de Justicia, CERIAJUS, surgida en 2005. El Acuerdo quedó en el camino y hoy es un valioso antecedente para lo que se propone. Corresponde rescatarlo.

TAGS RELACIONADOS