GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Más allá de lo que puedan pedir en los medios los voceros y defensores de la muy lamentable y deficiente gestión edil de Susana Villarán, lo cierto es que el caso de los diálogos entre la abogada y exfuncionaria municipal Giselle Zegarra y el preso expresidente de la constructora brasileña OAS, Leo Pinheiro, sobre el proyecto Río Verde, debería ser investigado en todas las instancias posibles, pues no huele nada bien.

Hay que tener en cuenta que Pinheiro está detenido en Brasil, condenado a 16 años de cárcel, por el escándalo “Lava Jato”, un caso que ha tendido sombras sobre las últimas administraciones del Ejecutivo y ediles de Lima. Si la gestión de Luis Castañeda nada tiene que ocultar, debería ser la primera en allanarse a cualquier pesquisa. La mayoría de regidores que tiene en el concejo metropolitano no debería ser una traba ante un pedido aprista para el inicio de una investigación.

Por su parte, el Ministerio Público debería tomar cartas en el asunto y citar a los implicados, a diferencia de la actitud tibia que muestra el Congreso con respecto al caso.

La denuncia periodística de los diálogos entre Zegarra y Pinheiro tiene que ser sometida a una investigación en un contexto en que los peruanos nos mostramos indignados por presuntos actos de corrupción que se van conociendo. Acá no debería caber el argumento de que se trató de una conversación “entre privados”. Tenemos el caso protagonizado recientemente por el exasesor presidencial Carlos Moreno Chacón y los peruanos exigimos las cosas claras.