GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Sentado en el ambiente principal de la policía judicial, pensando en el riesgo de ejercer el periodismo a merced del sistema de justicia, me alegraba que nuestra profesión la podamos ejercer en cualquier momento y lugar de nuestra existencia, a diferencia de otros. Por eso, si me tenía que quedar un día a convivir con policías y procesados, debía abrir bien los ojos para saber qué sucede acá.

Las instalaciones de la policía judicial son el patio trasero de toda corte de justicia. Por ende, da igual si están limpias o si tienen agua todo el día. Da igual si el pasajero de ese vagón infernal está cómodo o si el policía tiene un colchón decente para dormir en sus turnos de guardia. Total, nadie se fija y pocos se quejan.

Por eso, cuando la carencia asoma, el periodismo interviene. Y así fue que, en mi estadía de ponerme a derecho, aproveché para conocer más sobre el día a día de esta gente. De los de adentro y sus celadores de turno. Lo curioso era que ambos bandos se quejaban, más los segundos.

Para comenzar por quienes cuidan de los prisioneros, la falta de logística hacía más memorable su trabajo. Por ejemplo, contar con pocos vehículos a su disposición para el traslado de detenidos como ordena el Poder Judicial y trabajar en condiciones indeseables.

Solo quiero que se imaginen cuatro celdas de tres por cuatro llenas de prisioneros. Todos comiendo a la misma hora y dejando lo inservible hasta el día siguiente que llegue la limpieza. En algunos casos, los cuartos de encierro tienen agua, pero solo por horas. En la peor de las carceletas, solo una cuenta con servicios. Alucinen ese olor en el ambiente contiguo a los escritorios de los policías.

Créanme que esos patios traseros de las cortes de justicia debieran ser ambientes de tránsito de verdad. Recuerden que no todos los que pasan por allí llegan a cumplir una condena y merecen un trato digno, tan igual como quienes los cuidan.